Elevaste de nuevo el vuelo,
en un lento despegue,
aleccionaste en mi frente
una historia para recordar,
navegaste esos días
sigilosamente, táctico,
y resurgiste de un barranco.
Sorprendió tu aparecer,
tus palas que batían,
recrearon turbulentas,
las palabras de la vida.
La potencia aún guardada,
estacionaria en su espera,
a cada paso desplegabas
la sonrisa de un crecer,
que en tus palabras sonaban,
baldeándonos con ansias
las ilusiones guerreras.
Marcas tu ritmo,
tu travesía esmeras,
llevas el timón fuerte,
a esa palanca, te aferras,
con tu rotor de cola,
que estabiliza tu rumbo,
pegada a tu cama,
a tu mano derecha espera,
esa turbina que manda,
que copilota centrada,
tu recuperación austera.
Tantos aguardan en tierra,
tantos que tanto esperan,
no desfallecen al ver que
con tu destreza sorteas,
obstáculos que salvas,
nubes que cruzas a ciegas.
Que tanto esos te quieren,
que tanto esos desean,
que tu posar en tierra,
mas que una pausa sea,
un seguir luchando siempre,
por un existencia sincera,
acompañado de los tuyos,
feliz, de esa manera.
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