No dejo de imaginarte
desnuda en mis brazos,
no dejo de imaginarte
recostada aquí, cerca,
no dejo de imaginarte
tendida en tu espacio,
no.
Imaginandote, sonríes,
de mil abrazos llenos,
de ti y de mi, plenos,
los sentidos agolpan,
a la puerta del cielo,
de mi cielo particular
la felicidad de los dos.
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